¿Qué Hacer En Cusco?

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Este post debió ir seguido de la experiencia gastronómica en Lima (que puedes leer aquí) pero lo cierto es que me envolví en otros temas y luego de muchos meses de mi estadía en Perú es que pude lograrlo. Espero que te sea de utilidad e inspiración si quieres ir a uno de los lugares más energéticos y mágicos del planeta.

Cusco es una belleza de ciudad, donde el sincretismo entre lo inca e hispánico está muy presente. Es una delicia perderse por sus callecitas coquetas y dejarse sorprender, ya sea por edificaciones que son unas joyas, vistas hermosas o tiendecitas artesanales.

Templo y Convento de la Merced, Cusco

A Cusco llegué desde Lima en avión (Latam Airlines), U$171.49 p/p impuestos incluidos Ida y vuelta Lima-Cusco) con mi esposo Iban Campo y un colega suyo, Carlos Fernández, quien además es un tremendo viajero. Ellos habían estado trabajando y ahora se regalarían una merecida escapada al Valle Sagrado.

Antes que nada, te cuento que compramos el paquete Cusco/Machu Picchu en Lima, con CTM Tours. Cuatro días y tres noches. Dos de ellas en el hotel Casa Andina Koricancha en Cusco y una, en el Waman Hotel de Aguas Calientes, Machu Picchu. Desayuno incluido, dos almuerzos, traslados, tours, el tren y acceso a Machu Picchu, U$574 por persona.

Aquí más detallado:

  • Traslados de entrada y salida en servicio regular.
  • 2 noches de alojamiento en Cusco (02 desayunos)
  • 1 noche de alojamiento en Aguas Calientes – Machupicchu (1 desayuno)
  • Half Day City Tour & Ruinas Aledañas
  • Full Day Valle Sagrado de los Incas con almuerzo buffet
  • Full Day a Machu Picchu en tren, servicio estándar (incluye almuerzo)
  • Transporte, entradas y guiado en servicio compartido.

No soy temerosa para nada de los aviones, pero sobrevolando el trayecto me puse algo «chiva» porque en Lima me dijeron que el aeropuerto de Cusco, Alejandro Velasco, era uno de los más retadores para los pilotos, por su ubicación geográfica entre las montañas y lo estrecho de su pista.

Finalmente no sentí temor, la vista es lindísima y el aterrizaje, flawless. Y es que los tres millones de pasajeros que transitan por aquí cada año hacen que para los pilotos que cubren este destino sea pan comido.

Al bajar del avión y caminar hacia el interior del aeropuerto recuerdo que lo primero que nos ofrecieron fue las hojas de coca. ¡¡Era la primera vez que las probaba!! Como no quería que me afectara ningún soroche (mal de montaña) y disfrutar de Cusco al máximo, muy emocionada agarré un puño y me lo entré a la boca, de mal educada y sin haber leído que donde estaban dispuestas para el público había un aviso con letras grandes y rojas que decía: “Favor tomar una sola hoja por pasajero”. My bad.

¡Qué cosa tan amarga! ¿¿Y ahora dónde boto esto?? No había dónde. A tragarse las hojitas se ha dicho. Está bueno que me pase por acelerada.

Mis aliados en Cusco contra el Soroche. De las pastillas solo me tomé una y ya no necesité más. Pero si los malestares persisten se recomienda 1 cada 8 horas. Contiene aspirina.

Seguimos al pie de la letra los consejos para evitar el mal de altura. Estábamos a 3,400 metros sobre el nivel del mar, unos 11 mil pies. Tan pronto llegamos al hotel nos tomamos un té de coca, que viene sabiendo a una mezcla que solemos preparar en casa con albahaca, orégano y menta poelo, pero un chin más amargo.

También nos quedamos tranquilos y nos recostamos. Nos hospedaron en el Hotel Casa Andina Estándar, cerca del Centro Histórico.  Muy cómodo y con un patio interior de estilo colonial de lo más coqueto.

Afortunadamente era media mañana y el tour lo teníamos después del medio día. ¡¡Lo ideal es dormir un par de horas!! Mi esposo lo consiguió, pero la eléctrica que te escribe no puede dormir de día. Si, me recosté, pero mi mente se fue de paseo caminando por las callecitas, haciéndome una y mil preguntas y loca por irme a andar. Me obligué a estar tranqui hasta la hora de prepararnos para salir. No fue fácil.

Nuestra primera visita fue la Catedral de Cusco, o Catedral Basílica de la Virgen de la Asunción, que data del 1560 y está ubicada en la famosa Plaza de Armas. Está compuesta por otras catedrales adheridas, que se construyeron, destruyeron y reconstruyeron, como la primera iglesia de Cusco: “La Iglesia del Triunfo”, sobre la base del palacio inca de Viracocha. Una de ellas tiene su altar cubierto con oro de 22 kilates.

Luego seguimos a pie, entre las pequeñas y coquetas callecitas de Cusco, hacia el Convento Santo Domingo, construido sobre el templo de Koricancha. El terreno donde está fue cedido por Juan Pizarro, hermano del conquistador. Este templo sufrió un gran destrucción durante el terremoto de 1950.

Desde las terrazas del Convento Santo Domingo hay hermosas vistas a la ciudad.

Luego nos trasladamos en el autobús del tour a las afueras de Cusco, para conocer lugares de mucho interés histórico y arqueológico. Ese día se esperaba mucha lluvia y no sabíamos si lograríamos hacer todo el recorrido pautado. Pero, como bien verás en las fotos, la Pachamama (Madre Tierra) fue buena con nosotros.

Ruinas de Saqsaywaman

Al llegar, en la entrada, lo primero que vimos fue la doñita con la llama para la típica foto. Obviamente ellas esperan una paga. Algunas te pueden decir cuánto más o menos, otras no. Por lo general (aunque es opcional el monto) se le suele dar mínimo el equivalente a 2 US.

Saqsaywaman significa en Quechua “Templo del Sol”, y “un lugar para el oro”. Esta fortaleza ceremonial es uno de los complejos más imponentes heredados del Inkario. Es la mayor obra que los incas mandaron a construir para mostrar su poder.

Por la forma zigzagueante de los muros, muchos creen que representan al Dios Illapa, que se constituye de tres elementos: el rayo, el trueno y el relámpago.

Los chicos «LLYC» Iban y Carlos, quienes se tomaron un merecido break de sus apretadas agendas.

Actualmente, aquí se sigue celebrando el “Inti Raymi”. Es una fiesta celebrada desde el tiempo de los incas durante el solsticio de invierno para adorar al dios Sol. Implica coloridos trajes, banquetes de lujo, música festiva, y recreaciones históricas. Se lleva a cabo cada 24 de junio, que es cuando entra en este lado del hemisferio el invierno.

Quenqo

Al llegar a este centro arqueológico unos niños salen a nuestro encuentro para ofrecernos unas ramitas con hojas que parecían de menta. Olía riquísimo y nos dicen que sirven para purificar y aromatizar el ambiente, que te podías dar toquecitos en el cuerpo con ellas (por eso de alejar las malas vibras) y que, además, las podías masticar para combatir la fatiga y mal de altura. Accedimos a tomar las ramas de muy buena gana (imposible decirles que no a esas caritas) y claro, ellos esperaban algo a cambio.

Está a 3,580 metros sobre el nivel del mar, a solo 4 kilómetros de la ‘Ciudad Imperial’ y a pocos metros de Sacsayhuamán, y de otro sitio incaico que visitaríamos esa misma tarde: Tambomachay .

Quenqo debió tener mucha importancia por los asombrosos restos que aquí se encuentran a pesar de la destrucción causada por los colonizadores. Se cree que en este lugar se adoraba a dioses incas. Y hoy en día, al igual que a otros templos incas, aún muchos misterios rodean a este lugar.

En Quenqo, con los ¨colonizadores¨ Carlos e Iban😅. Detrás la ciudad de Cusco.

Tambomachay

Aquí estábamos a una altura de 3,800 metros sobre el nivel del mar, la mayor a la que había estado, ¡mayor que el Pico Duarte! Los dominicanos me entienden. Y fue aquí donde mi esposo y yo sentimos más el famoso soroche.

Recuerdo la fatiga intensa, el dolor de cabeza y el corazón latiendo fuerte. Podía escucharlo, ¡aunque los oídos se me habían tapado! Fue una extraña sensación de muchas cosas pasando al mismo tiempo.

No obstante, nos armamos de valor para caminar una cuesta hasta el lugar de interés. Una vez ahí, nos sentamos, tomamos agua y como que nos recuperamos, para mi grato asombro, rápidamente. Cosa curiosa porque luego me enteré de que, precisamente, se cree que Tambomachay proviene de dos palabras quechua: ‘Tampu’ (alojamiento colectivo) y ‘Mach’ay (lugar de descanso). Esta definición explicaría la función que tuvo como ‘Baños del Inca’, lugar de descanso y adoratorio al agua.

Al terminar el recorrido por estas joyas arqueológicas nos llevaron a una de las principales casas artesanales donde fabrican artículos de las famosas lanas de la llama y vicuña, que es más costosa.

Como ya sabemos, el fin es que compres, pero lo cierto es que nos dieron tan buena explicación sobre la elaboración, historia y cultura de este trabajo artesanal, que salimos de ahí con nociones básicas para distinguir los tipos de lana y no confundirnos con los sintéticos. Datos muy útiles para los que pensaban comprar en las coloridas tiendas que hay por la ciudad y no dejarse meter, como decimos en buen dominicano, gato por liebre.

Al llegar esa tardecita al hotel nos bañamos y descansamos un rato. En la noche, patica pa´ que te tengo.

Fuimos al restaurante Chicha by Gaston Acurio, un chef peruano muy reconocido. Precio calidad muy bien. Esta es una versión tipo más bistro y menos elegante que otros restaurantes que el chef tiene en Lima. Aquí todo estuvo insuperable, desde el pan de entrada hasta la salida.

Luego fuimos al “Museo del Pisco”. Un bar de lo más chulo donde hasta puedes bailar. Aquí encontrarás cócteles a base de pisco de todos los sabores y colores. Solo tomamos uno cada uno, al otro día debíamos madrugar. Nos despedimos de nuestro amigo Carlos Fernández quien ya había estado en Machu Picchu y decidió ir con otro tour a la famosa Montaña de los 7 Colores. Una asignación que tenemos pendiente para una próxima visita a esta mágica zona de Los Andes.

Carlos nos envió esta foto desde allí. La montaña de los 7 Colores (también llamado Vinicunca o simplemente ‘arcoíris’) Está a 5,200 metros sobre el nivel del mar. Sus tonos multicolores se debe a una asombrosa combinación de minerales.

Antes de narrarte nuestra aventura del segundo día rumbo al Valle Sagrado, te daré un listadito de qué puedes hacer en la ciudad de Cusco, si dispones de tiempo para explorarlo con calma. Esto fue (más o menos) lo que hicimos al regresar de Machu Picchu, en el último día que pasamos en la ciudad.

Qué hacer en Cusco:

Darte un paseo por toda la Plaza Principal, sentarte en un banquito a contemplar la enorme Iglesia Catedral y su entorno. Luego pasear por las callecitas laterales llenas de tiendecitas, galerías de arte, cafecitos y barcitos donde tomarte una Cusqueña, la cerveza por excelencia de la ciudad de Cuzco (que empezó su producción en el año 1909).
Ir al Mercado de San Pedro o Mercado Central.
-Los baños termales.

La Piedra de los 12 ángulos. Aunque a simple vista es solo un bloque de piedra, su fama y valor (es Patrimonio Cultural de la Nación de Perú) está en que es una obra perfecta de 12 ángulos, que carece de asimetrías en sus uniones.

Piedra de los 12 ángulos

Su construcción debió ser todo un reto. y más en aquella época del imperio incaico, pero, como sabemos, este lugar está lleno de obras asombrosas. Se encuentra en El Callejón de Loreto, el cual es otro punto que debes visitar.

Y estas son las siete callecitas imperdibles, llenas de historias y leyendas. Curiosamente todas empiezan con “7”.
° Siete Culebras
° Siete Ventanas
° Siente Angelitos
° Siete Diablitos
° Siete Borreguitos
° Siete Cuartones
° Siete Mascarones

Desde Cusco puedes tomar el autobús o tren que te lleva directo a Aguas Calientes, ciudad de Machupicchu y desde donde subes a la Ciudadela, ya sea a pie o en el autobús.

En cuanto a los famoso trenes, los hay desde los menos costosos hasta el considerado uno de los mejores y más lujosos del mundo, el Belmond Hiram Bingham, que debe su nombre al arqueólogo norteamericano al que se le atribuye el descubrimiento de la “Ciudad Perdida”

Para el que pueda darse el lujo le cuento que se montará en un sofisticado tren con comedor, chef a bordo y bar. Otro de sus plus es el vagón observatorio, donde se disfruta al aire libre de la maravillosa ruta… Ahhh, también incluye shows locales y música en vivo.


Hay quienes van a Machupicchu en una onda más de peregrinación o trekking y hacen gran parte del trayecto a pie por la Ruta Inca.

Nosotros partimos rumbo al Valle Sagrado a las 7:00 AM del segundo día en Cusco , pero antes, en el trayecto nos aguardaban varios lugares mágicos.

Cómo llegamos allá y lo que hicimos en el camino…

¡Puedes leerlo aquí! 😉💗

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Acerca de Onysela Valdez 87 Articles
Ony Valdez Periodista, Productora, Locutora, Relacionista Publica y Bloguera. Fundadora de este blog de viajes. Si quieres escribirme un correito, puedes ir a la sección de contacto💙

2 Comments

  1. No se puede tener mejores compañeros de viaje que vosotros. Autenticos aventureros en destinos espectaculares.
    Un abrazo muy fuerte!
    Saudades!

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