Newport: Estilo y Encanto Junto Al Mar

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Este verano volvimos a visitar a mis padres, que viven en Worcester, Massachusetts. A esta ciudad le dediqué mi primer post en este blog.

Como escribí entonces, siempre que viajamos buscamos cosas que hacer y nuevos lugares que descubrir. El pueblo costero Newport, en el Estado de Rhode Island, fue el destino elegido esta vez.

Nos llamaba la atención, como amantes del mar que somos mi esposo, mi hijo y yo, todo el encanto de la cultura marina que prometían las imágenes vistas y los relatos que escuchamos de quienes lo habían conocido.

Fuimos manejando. Está a una hora de Worcester (ubicada en el centro de New England). También a una hora de Boston. Cruzamos su emblemático puente, que lleva a la isla Aquidneck, dónde Newport está ubicado.

Está designada como la capital de la vela del mundo y un lugar clave para la Armada de los Estados Unidos.

Recuerdo que mi querida amiga Rosanna Santos me contó que vivió de niña con su familia aquí una temporada a inicio de los 80´s cuando su padre, en esa época el Vice Almirante José Santos Sánchez, fue enviado al lugar para un entrenamiento especial que lo llevó a ocupar el mayor rango de la Marina de Guerra Dominicana.

Callejeando por el centro de Newport
Callejeando por el centro de Newport

Desde el puente pude apreciar que tiene el encanto de los más bellos lugares de costa.

Hacía un día esplendoroso de agosto y sí, también caluroso, pero al divisar los barquitos, muelles coquetos y los azules mezclados del mar y el cielo, algo me decía que nos esperaba un día emocionante. Y así fue.

Tomamos la 23 America’s Cup Avenue e hicimos la primera parada en el Centro de Visitantes, donde permiten parquear gratis por media hora.

Allí mi esposo Iban, hábil con los mapas, encontró buena orientación para aprovechar al máximo el tiempo (sólo fuimos a pasarnos el día). Ahí nos enteramos de las opciones para conocer la ciudad y los destinos turísticos más importantes.

Éramos ocho en el vehículo de mis padres y decidimos parquear en uno de los espacios dispuesto para este fin en un muelle cerca de la zona céntrica, supliendo de monedas un parquímetro por varias horas. Luego volveríamos para movernos de lugar.

Empezamos el recorrido a pie bordeando el muelle Bowen’s Wharf, luego cruzamos una de sus importantes avenidas del centro y llegamos al Brick Market.

Una de las acogedoras callecitas de Newport
Una de las acogedoras callecitas de Newport

Se trata de un coqueto espacio de calles empedradas, con restaurantes y tiendas donde se pueden conseguir recuerdos y elementos decorativos de inspiración marina, ¡como los que me conocen saben que me encantan!

Los tres “senior” del grupo (que pasan de los 65 😉 mami, papi y la tía Nena) decidieron quedarse a esperarnos en un cafecito del Market bebiendo te frio para refrescarse en lo que mi sobrino y nosotros tres decidimos seguir explorando la zona.

Caminando hacia arriba, en la calle William, encontramos la iglesia Santa María, la parroquia Catolica más antigua de Rhode Island, famosa por ser donde se casaron John F. Kennedy y Jackeline Bouvier el 12 de septiembre de 1953. Hay que destacar que Newport fue la primera colonia fundada con libertad de culto en Estados Unidos.

Cerca, también vimos que había un museo sobre la historia de la ciudad, pero debíamos seguir. Los menos jovencitos esperaban.

Nos deleitamos en una de sus callecitas del centro con restaurantes, cafés, heladerías y más tiendas de encanto. Con una aire playero y una mezcla entre lo elegante, tradicional y bohemio.

Mi hijo y sobrino en una de las placitas con tiendas y restaurantes cerca de uno de los muelles de Newport
Mi hijo y sobrino en una de las placitas con tiendas y restaurantes cerca de uno de los muelles de Newport

Seguimos caminando y nos desviamos para llegar al Bannister’s Wharf, desde donde salen la mayoría de los paseos en bote, una actividad muy recomendada para los que van en verano.

Por el poco tiempo fue una materia pendiente que dejamos para cuando algún día podamos volver. Y nos encantaría volver por más de una noche.

Regresamos a buscar a la mitad del equipo que, luego de reponer fuerzas, estaba listo para regresar al vehículo y retomar el paseo.

Llegamos hasta la avenida Bellevue e inmediatamente quedamos embelesados ante las famosas e históricas mansiones que tanto turismo traen a Newport anualmente.

Uno de los diversos muelles de Newport
Uno de los diversos muelles de Newport

Aquí me gustaría señalar que, desde mediados del siglo XlX, las familias adineradas de las plantaciones del Sur empezaron a construir sus segundas viviendas en esta zona.

Y desde el siglo pasado las personas más ricas de Estados Unidos suelen pasar sus vacaciones en ellas.

Algunas de sus mansiones más emblemáticas han abierto sus puertas para que sean visitadas. Las tarifas varían.

Los niños menores de 6 años no suelen pagar. Algunas han sido convertidas en centro de estudios; otras, en hoteles boutique.

Mi hijo Emmanuel en uno de los muelles
Mi hijo Emmanuel en uno de los muelles

Pasamos el centro del pueblo y nos dirigimos en el vehículo hacia Ocean Drive, una avenida que bordea el mar.

En algunos puntos hay bancos para sentarse a apreciar el bello paisaje. Esta ruta nos llevó hasta el famoso Cliff Walk, una visita obligada si vas a Newport. Parqueamos y nos desmontamos a contemplar el escenario y a caminar un poco por sus alrededores. La primera impresión, a Iban, lo decepcionó.

Esperaba unos acantilados enormes, como los que hay en Escocia o hasta parecidos al Farallón de Cap Cana en nuestra RD. Nada de eso, pero la paz y el aire a tranquilidad y relajación que allí se respira tiene lo suyo.

A mí me cautivó. Estaba anonadada contemplando el mar, con todos los sentidos posibles, como me encanta, y mirando el paisaje.

Quería quedarme allí largo rato. Traté de calmar los sentidos, meditar sobre varios asuntos y, más que nada, dar gracias y estar consciente de lo afortunada que era por estar con los que más quiero en un lugar así. Me fui lejos.

Luego de un tiempo oí difuminado mi nombre y volví en mí. Los demás avanzaban en la marcha. Se puede hacer por aquí una ruta de unos 5 kilómetros y medio, si vas con tiempo y espíritu deportista.

Eso sí, el camino se torna en ocasiones un poco complicado, así que se requiere de ropa y zapatos cómodos. Nosotros no hicimos ni la mitad del mismo, pero con lo hecho me bastó para volver por más.

Subidos al auto, continuamos la ruta para dirigirnos a otro de los destinos a visitar ese día en Newport: Easton Beach. Como llegamos después de las 3 de la tarde el parqueo era gratis.

No vamos a hacer comparaciones con nuestras playas caribeñas, sería injusto. Pero me sorprendió la calidez de su agua, lo que hace que estuviera siendo visitada por una especie de alga roja.

Como muchos sabemos, este verano 2015 numerosas playas de esta parte del planeta se han visto afectadas por las algas.

Easton Beach. Newport
Easton Beach. Newport

Desde este lugar se puede contemplar su bella costa bordeada por armoniosas casitas de playa enclavadas en arrecifes, y los típicos farolitos. Hay lugares para comer, entretenerse, y cómodas duchas y baños públicos.

Caía la tarde y había que regresar a Worcester. Nos faltó mucho por conocer. Leímos por ahí de tours por viñedos y fábricas de cervezas. Paseos en tren, festival de jazz en agosto y un montón de cosas más.

Y aunque es un destino excepcional para la época de verano, también tiene opciones para cualquier época del año. Famosa es su celebración de St. Patrick´s Day en marzo.

Y se dice que aún en septiembre y octubre, cuando la época y tarifas bajan, se puede disfrutar de baños en sus playas.

Para cerrar con broche de oro nuestro día en Newport volvimos al centro del coqueto pueblo para reunirnos a cenar con tío Yayo y su esposa, Ana Iris, quienes viven en New Jersey y venían visitarnos.

Escogimos un pub irlandés donde comimos platos típicos y brindamos por la vida, la salud, la familia y la conciencia de ver siempre el vaso que esté por la mitad más lleno que vacío.

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Acerca de Onysela Valdez 87 Articles
Ony Valdez Periodista, Productora, Locutora, Relacionista Publica y Bloguera. Fundadora de este blog de viajes. Si quieres escribirme un correito, puedes ir a la sección de contacto💙

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