Memorial y Museo del 11 De Septiembre: Visita obligada en la Ciudad de Nueva York

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El Monumento y el Museo del 11 de septiembre (National September 11 Memorial & Museum) es una visita mandatoria para quienes estén en la Gran Manzana y no lo conozcan.

A diferencia de la mayoría de lugares de interés en un destino, no te causará alegrías ni placer. A personas sensibles o que hayan sido afectadas directamente por esta tragedia la mañana fatídica en que dos aviones se estrellaron contra el símbolo del poderío económico estadounidense pudiera abrirles heridas y transmitirles un profundo pesar. Pero, como la vida misma, hay situaciones a las que debemos dar la cara para comprenderlas mejor y, si está en nuestras manos, evitar que vuelvan a repetirse.

El memorial fue construido en el año 2011, mientras que el museo fue inaugurado en el año 2014. Rinden homenaje a las alrededor de 3.000 víctimas del terrible ataque. Están en el World Trade Center, en la misma ubicación de las destruidas torres gemelas durante los atentados del 11 de septiembre de 2001.

En el lugar también se recuerda a las víctimas del atentado de 1993 que ocurrió en el subsuelo del World Trade Center, donde se registraron 6 muertos y más de 1.000 heridos.

Ambos espacios son parte del colosal proyecto de reconstrucción de la Zona Cero, que incluye otras grandes edificaciones. Una forma de decirle al mundo que la ciudad de Nueva York, y con ella Estados Unidos, se levantó de las cenizas con la frente en alto.

Mi esposo y yo aprovechamos un corto viaje por trabajo a la ciudad de los rascacielos para destinar el único día libre a visitar el solemne lugar. 

Como periodistas nos tocó desde los medios en los que trabajábamos para la fecha del 11-S hacer una intensa, extenuante y amplia cobertura desde República Dominicana del ataque y su repercusión en nuestro país. Yo nací en Nueva York y tengo familiares muy cercanos allí que vivieron de primera mano el terror y la angustia que solo los que vivían en Manhattan en esa época pueden entender.

Por lo tanto, venir a este sitio nos removió  muchos sentimientos, y en más de una ocasión me puso la piel de gallina y motivó alguna lágrima.

Sé que tal vez estés pensando: “Ay no, yo si estoy de vacaciones no quiero estrés ni sufrir… No hay que ser masoquista…”, o no sé qué pensamiento más. Pero te garantizo que vale la pena ser valiente y vivir la experiencia. Hay momentos en los que necesitamos conectarnos con el dolor ajeno y ser empáticos, o simplemente valorar lo afortunados que somos porque nos ha tocado una suerte distinta a la de las víctimas del odio y terror. 

Al margen de las reflexiones y aprendizajes que puedes sacar al visitar esta especie de santuario, también está la apreciación de la obra de arte que han creado en el espacio dedicado al museo. Y, sin lugar a dudas, hay gran mérito en poder canalizar tanta carga emocional en un registro histórico y cultural.

Al llegar, lo primero que puedes hacer (o si prefieres puedes dejarlo para después de visitar el museo) es dar una vuelta por el Memorial o monumento del 11 de septiembre. 

En memorial 911

Aquí están grabados en bronce los nombres de las víctimas, en las dos fuentes que forman el centro neurálgico del monumento. La fuente norte y la sur están construidas exactamente en el mismo lugar donde antes se erigían las Torres Gemelas. Es un lugar sobrecogedor rodeado de árboles. Uno de ellos está señalado como el único árbol que sobrevivió al ataque, rescatado entre los escombros. Es inevitable que te embargue un sentimiento de tristeza.

El monumento es de acceso gratuito. Por su lado, la entrada general al Museo del 11-S cuesta U$24 / Seniors (mayores de 65 años): $20 / Niños entre 7 y 17 años: $17 y menores de 7 años, gratis.

Lo ideal es comprar el ticket de admisión por internet y reservar hora para entrar. Nosotros no lo hicimos y tuvimos que hacer una laaaarga fila en un día lluvioso, para colmo.

La entrada al museo es gratuita para los que adquieren el City Pass, Explorer Pass y el New York Pass. Los familiares de las víctimas mortales del 9/11 tampoco pagan. 

Una vez se llega a la entrada, hay que pasar por seguridad. Debes tomar en cuenta que no se permite introducir nada afilado, como cuchillos (aunque sean de esas navajas de bolsillo), tijeras, ni armas de ningún tipo. 

Llegando al museo

Queda debajo del Monumento del 11-S y hay que bajar varios niveles, 21 metros para ser exactos, para ver el museo que está situado en 7 pisos subterráneos de lo que fueran los cimientos de las Torres Gemelas. 

La imponente obra fue diseñada por el estudio noruego Snøhetta y está  catalogado como uno de los mejores museos del mundo.

Tan pronto entras es como pasar a otra dimensión y transportarte a un lugar de recogimiento y respeto, entre otras sensaciones difíciles de describir en palabras. Hay que estar.

Columnas de la fachada de las Torres Gemelas
Columnas de la fachada de las Torres Gemelas

La colección del museo cuenta con más de 10.000 objetos. Lo primero que vimos fueron audiovisuales con los testimonios de supervivientes, testigos y autoridades de rescate.

Hay un área, muy triste, con imágenes de todos los que murieron en el atentado terrorista. Ahí no permiten hacer fotografías ni videos.

Este mural fue una de las piezas que más me impactó, por el poderoso mensaje y lo que representa para el fatídico 11-S. Son las letras de la sentencia del poeta romano Virgilio

“NO HABRÁ DÍA CAPAZ DE BORRARTE DE LA MEMORIA DEL TIEMPO”

Frase en pared museo

Tras esta pared, los restos no identificados de víctimas…

Hay áreas completas dedicadas al material recuperado de los escombros, como estas:

Detalles

Entre los objetos más impactantes está el camión de bomberos, uno de los que acudieron a la zona para el rescate.

Fue aplastado por uno de los restos de las torres al caer tal cual lo vemos en estas imágenes.

Camión bomberos

Sorprendente también es este fragmento de la antena de transmisión de la Torre Gemela Norte

Fragmento antena

Pedazo antena

Quién diría que esta gran estructura de 6 metros, que una vez estuvo en la cima de Nueva York, caería de esa manera.

El borde de esta gran bóveda subterránea, que se ve en la siguiente fotografía, es el muro de contención que aislaba a las Torres Gemelas del Río Hudson. El muro resistió al impacto, los derrumbes y explosiones, por lo que se decidió dejarlo intacto, como un testigo y protagonista de los hechos. 

Muro de contencion

La pieza central es la “última columna», un pilar de 11 metros de altura, que fue lo último que se retiró de la Zona Cero antes de iniciar la reconstrucción. Sobre él leerán mensajes de consuelo de los rescatistas.

Detalle columna

 

Entre innumerables piezas, también puede verse el traje del soldado que acabó  con la vida de Osama Bin Laden

El museo exhibe 2 documentales: «Facing Crisis», que muestra entrevistas nunca vistas con personas involucradas directamente en la toma de decisiones (como el presidente George Bush y el alcalde de Nueva York). Por su lado, Rebirth at Ground Zero», está basado en el remozamiento de la zona.

Museo

Te recomiendo, si quieres hacer una visita detallada y sin prisas, que dispongas de por lo menos 2 horas para visitar el museo. Aunque, para conocerlo a fondo, bien podrías estar un día completo y aún faltarte cosas por ver.

Al salir y alejarte unas cuadras del lugar es difícil no contemplar y admirar el One World Trade Center, el edificio más alto de Nueva York y de toda América. La inmensa torre tiene 541 metros de altura y 102 pisos. El cuarto más alto del mundo.

Debajo se observa, el hermoso Oculus, que simboliza al Ave Fénix. Es parte de los 5 imponentes rascacielos que conforman el proyecto de reconstrucción del WTC como muestra de que Nueva York se levantó de las cenizas.

Aquí se encuentra el mirador One World Observatory. Es una de las atracciones más importantes de Nueva York, y del mundo, y está en mi lista de pendientes cuando vuelva.

Leí que la “experiencia” del One World –See Forever– es más que el mirador. Todo el trayecto de ascenso hacia el piso 102 es una inmersión en la historia de Nueva York y el proceso de su construcción. La admisión cuesta U$34.

¿Cómo llegar?

Nosotros estábamos en Midtown y tomamos la línea E del metro subterráneo en dirección al World Trade Center. Cuando llegamos no podía cerrar la boca. ¡WAO! Había oído de la famosa paloma blanca del arquitecto español Santiago Calatrava. Pero NADA se compara con estar en este lugar. Superó, por mucho, mis expectativas.

Oculus 2

El Oculus

Esta es la gran y nueva estación de tránsito del “New New York”. Justo en el área del vacío que dejaron las Torres Gemelas, y parte de las obras de remodelación de la zona.

Es una plataforma multimodal con capacidad para soportar 200.000 viajeros diarios.

Oculus

La estructura, una de las edificaciones más asombrosas de la arquitectura contemporánea, acoge un gigantesco centro comercial y pretende convertirse en un símbolo en la ciudad de los rascacielos, como la Grand Central. 

La obra arquitectónica tuvo siete años de retraso y estuvo inmersa en críticas por su costo, de 3.900 millones dólares, que dobla el presupuesto inicial.

El espacio es muy luminoso. Algunos críticos en arquitectura lo califican como una catedral moderna por su dimensión. 

Vista Oculus

El Oculus –ojo gigante- en su primera fase permite el acceso por la entrada que hace esquina con las calles Liberty y Church hacia la entrada principal, desde donde se abren una serie de ramificaciones que llevan a las distintas líneas de metro y los andenes del tren que cruza el río Hudson hacia New Jersey. 

Oculus 3

Los cristales que cubren el nervio principal de la cúpula se abren en verano y cada 11-S para crear un espacio abierto tipo plaza pública. 

Un símbolo más del progreso y renovación que anhelan los ciudadanos de la Gran Manzana y la nación norteamericana. 

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Hasta nuestra próxima aventura!!!

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Acerca de Onysela Valdez 87 Articles
Ony Valdez Periodista, Productora, Locutora, Relacionista Publica y Bloguera. Fundadora de este blog de viajes. Si quieres escribirme un correito, puedes ir a la sección de contacto💙

6 Comments

  1. Excelente articulo, Onysela!
    Este lugar es visita obligada en NYC. He tenido la oportunidad de ir dos veces, en 2010 y en 2018. La primera vez impresiona mucho, si, es como entrar en el mismo corazón de NYC y casi poder tocar lo que paso. Todos los que no eran niños recordamos donde estábamos en 9/11. Totalmente de acuerdo que es parte de conocer esta ciudad y su historia.
    No recomiendo ir con niños pequeños porque el sitio es muy solemne y se ruega y espera mucho respeto y silencio, y ademas se aburren porque no entienden y no vi nada para esa edad.
    Un par de datos que pudieran ser útiles. Si no recuerdan comprar el ticket por internet, hay días y horas en las que casi no hay filas. En nuestro caso, fue un día de semana un par de horas antes de la hora de cerrar. Cero fila. Y segundo: se puede bajar un app gratis con la guía de audio y escucharlo en varios idiomas desde el celular. Hay varias cosas que pueden pasar desapercibidas por distracción y la guía ayuda. Hay WIFI gratis, pero la señal de celular no es buena al bajar la entrada y descargar el app falla una vez se entra. Descargar el app antes de llegar.

  2. ONY. SOY JEANNE MARIE. AMIGA DE TU MADRE PROMO 68 CSCJ. ME FASCINO TU REPORTAJE DE NUESTRA SOSUA. ME ENVOLVI EN RECUERDOS FASCINANTES DE AQUELLA BELLA EPOCA.

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